Tácitas aun.


Todo ello, un sin saber desconocido y alarmante.
Aquello o ésto, como se quiera ser interpretado, lejos, difícil de vislumbrar.
Una tragedia de lástima perdida a la espera de ser reconocida.
Una fe incesante, un no parar mental y repetitivo, constante...amor al SÍ, amor al porvenir, amor al subconsciente que mantiene despierto el alma. Un alma deseosa de luz y libertad.
Queridas y compañeras de trayecto, dudas, que permanecen complejas y caóticas. Digo queridas por ética y miedo al trastorno.
Reflejos optimistas y contundentes, respuesta de muchos por qué de los por qué de lo que vivimos...

¿Qué vivimos?

Ser perfectamente imperfectos, sin disyuntiva posible. Somos amantes de nuestro camino con motivo, pero en caso contrario, un afán, un sueño, una imagen, un reto...qué tan deseables obras; las de nuestras vidas, obras sin las cuales nosotros, seres diminutos y carentes de importancia, seríamos incapaces de subsistir, abrir nuestros espejos y deslumbrar nuestro entorno, nuestra luz.

El ansia de respuesta nos ciega y prohíbe saber qué tenemos, cómo y por qué.


"No hay peor cinismo que creer en la suerte" - Joyce Carol Oates -