blanco por fuera...

Y una vez más la mediocridad invade mi terreno. Será que no pertenezco a ello, será que navego por un mar de ceguera que no me deja ver la claridad del asunto.Y es que cada vez que intento alejarme de la orilla aparezco en islas desconocidas y sin saber siquiera qué hacer, cómo moverme, ni con quien estar.

Fichados por unas mentalidades, uno, el otro y aquel del más allá. Pero, ¿qué tipo de sangre corre por vuestras venas?. La insensibilidad es vuestra más destacada arma y disparais con vuestras acciones de orgullo y vanidad.

NO sois conscientes del dolor que llegais a crear. NO valorais a los pequeños, porque vuestra persona es tan inmensa, tan popular e idealizada que todo los demás excepto vosotros no vale la pena.

Soy la otra, aquella cuyo nombre os cuesta recordar pero cuyo rostro os suena familiar. En realidad me teneis a vuestro lado y no sois capaces de daros cuenta de lo mucho que recibiriais si con un solo gesto demostraseis que todo esto escrito en palabras es simplemente un acto de defensa y ninguna realidad.

Con ello, todos, y repito, todos estaríamos mejor. Seríamos de una misma altura.

Respeto, ante todo.

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